miércoles, 26 de noviembre de 2014

CONSTELACIONES, HISTORIA Y MITOLOGÍA


León de Puerta de Ishtar- Babilonia Museo Berlin

Nuestra colaboradora María José Maraver nos trae una nueva entrega de la sección Constelaciones: Historia y Mitología, donde nos hacer llegar aspectos muy interesantes de una constelación de origen mesopotámico, la quinta en orden zodiacal. Leo, el León.

Esperamos que os guste.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

CONSTELACIONES PARA EL RECUERDO (XV)

Nuevo capítulo de nuestra  sección CONSTELACIONES PARA EL RECUERDO, en el que  traemos dos pequeñas y modestas constelaciones introducidas en la misma zona del cielo, una creada por el astrónomo holandés Petrus Plancius en 1612: Musca Borealis (Apis, la abeja) y Triangulum Minus  creada por el astrónomo polaco Johannes Hevelius en 1687 y que fue publicada en su atlas póstumo Firmamentum Sobiescianum.
Musca Borealis y Triángulo Minus fueron situadas entre las constelaciones de Perseo, Andrómeda y Aries, justo al sur de la ya existente constelación del Triángulo listada por Claudio Ptolomeo.
La creación de Plancius: Musca, fue introducida originalmente con el nombre de Apis, como podemos ver en esta lámina donde están representadas todas las constelaciones del hemisferio norte de esa época. La actual estrella 41 Arietis, Bharani, era la más brillante de esa nueva constelación.

Unos años más tarde, en 1624, Jakob Bartsch en su mapa del cielo le cambia el nombre de Apis,  por Vespa, (la avispa).como se aprecia en la siguiente reproducción.

En 1687 J. Hevelius la rebautiza con el nombre de Musca e introduce  su nueva creación Triángulo Minus, para ello también cambia un poco el nombre de la existente Triángulo, añadiéndole la palabra Majus. Hevelius la crea tomando tres estrellas de quinta magnitud,  (las primeras catalogadas por el mismo: 6 Trianguli (conocida actualmente por su nombre de variable TZ Trianguli), 10 Trianguli y 12 Trianguli.

Triangulum Minus y Musca quedan representadas en el atlas estelar Firmamentum Sobiescianum (al igual que las restantes constelaciones) como si fueran vistas en un globo celeste, en lugar de como se ven realmente en el cielo. En esta  lámina que recoge ambas figuras, al igual que las de Perseo y Auriga se puede comprobar.
A pesar de ser como decimos pequeñas e insignificantes constelaciones, de manera sorprendente reciben una amplia aceptación entre los astrónomos durante muchos años y son reflejadas en diversos atlas como lo atestiguan las láminas siguientes:

En esta placa del Atlas del reverendo John Flamsteed publicado póstumamente en 1729, la constelación de Triángulo Minus se representa ya en posición correcta, sin embargo  la creación de Plancius, Musca Borealis, no aparece.
Posteriormente en estas dos láminas de los Altas del francés Jean Nicolas Fortin, realizados en la década de 1770 y otro del año 1795, aparecen nuevamente las dos constelaciones.

Igual ocurre en el atlas Uranographia de Johan Elert Bode de 1805 como podemos apreciar en esta lámina.

En esta otra placa coloreada de Alexander Jamieson de 1820 también están representadas ambas constelaciones, superando así la creación de Petrus Plancius los doscientos años de antigüedad.

En esta otra placa del primer Atlas de Kornelius Reissig  de 1829 basado en los atlas de Johann E, Bode y de J. Flamsteed, incluye las dos constelaciones.

El profesor norteamericano Elijah Hinsdale Burritt en su Atlas de los Cielos, publicado en 1839, comprobamos que ambas están representadas.

Así ocurre en el Atlas-Himmles de M Riedig del año 1849 donde  también podemos ver  las dos constelaciones.

Sin embargo en el Atlas de 1872 de Eduard Heis  no aparecen ninguna de las dos, solo la primitiva Triangulum


La última vez que hemos podido ver recogidas las dos creaciones de Plancius y Hevelius, ha sido en el atlas de Gabriel Dallet, Astronomie Pratique, Le Soleil, Les Etoiles, publicado en  París en el año 1890. 

En el año 1930  las constelaciones de Triangulo Minus y Musca Boreales fueron condenadas al olvido y las estrellas que la formaban fueron devueltas a las constelaciones de Triángulo y Aries

Hasta la próxima.

Texto: Paco Tello

viernes, 14 de noviembre de 2014

LLUVIA DE METEOROS LEÓNIDAS 2014


Desde ayer día 13 y hasta el próximo día 20 noviembre, nos encontramos dentro del periodo de actividad de una nueva lluvia de meteoros: las Leónidas, cuyo máximo se espera para la noche del 16 hasta el amanecer del día 17, incluso se puede alargar hasta la madrugada del día 18.
El origen de esta lluvia es el rastro de polvo dejado por el cometa Tempel-Tuttle,  cuyo orbita de tránsito  por nuestro sistema Solar se produce cada 33.2 años. Su último paso fue en el año 1998 alcanzando el día 28 de Febrero su punto más cercano al Sol.

Ernst Wilhelm Liebrecht Tempel (Marsella, Francia) descubrió este cometa en el día 19 de Diciembre 1865, en las proximidades de la estrella Beta Ursa Majoris. Lo describió como un objeto circular con una condensación central y una cola de 30 minutos de arco de largo. De forma independiente Horace Parnell Tuttle desde el Harvard College Observatory, Cambridge, (Massachusetts) registro también este cometa el 6 Enero de 1866.  De ahí su nombre, Tempel/Tuttle.

Su radiante se sitúa en las estrellas que forman la figura de la cabeza del León (Leo).

Recordando un poco de historia sobre esta lluvia diremos que en el año 1799 la tormenta de meteoros duró cuatro horas; el 13 de Noviembre de 1833 se produjo una lluvia con una duración de aproximadamente seis horas con un número de 240.000 meteoros/horas.

 


















Representación artística de las tormentas de meteoros de 1833 y 1866


En fechas más recientes destacamos la lluvia que tuvo lugar durante la mañana del 17 de noviembre de 1966 en la que fue unas de las mejores tormentas de meteoros de los tiempos recientes; la tasa fue de unos 100.000 meteoros por hora durante 15 minutos. También el día 18 de Noviembre de 1999 la taza se elevó a unos 1000 meteoros horas, siempre durante un periodo corto de tiempo.

En años normales, las Leónidas producen tasas del orden de diez a quince meteoros por hora y bajo buenas condiciones de cielo oscuro. Estos meteoros son en general de color rojizo , muy rápidos (unos 255.000 kilómetros/hora) y frecuentemente dejan tras de sí una estela de color verde que persiste en el cielo durante unos segundos.
Este año, la Luna en cuarto menguante  estorbará  levemente la visión de esta lluvia.
Las  recomendaciones habituales que damos para este tipo de efemérides son: alejarse de los núcleos urbanos, buscar un lugar oscuro y seguro, abrigarse si el tiempo lo requiere y disfrutar de una nueva lluvia de estrellas.

Buenos cielos y buena suerte.

martes, 11 de noviembre de 2014

4 JOYAS PARA VER EN EL CIELO DE NOVIEMBRE 2014


Este mes, nuestra sugerencia de observación está  centrada  en la constelación del Hemisferio Sur, Eridanus (El Rio). Es la sexta constelación de mayor tamaño y fue catalogada por Claudio Ptolomeo en el siglo II 8 (d.C.) Esta constelación es visible completamente entre las latitudes +32º y -90º y contiene el polo galáctico del sur. Las constelaciones que la rodean son: Caelum, Cetus, Fornax, Horologium, Hydrus, Lepus, Orión, Phoenix, Taurus y Tucana.
De Eridanus no nos moveremos para intentar resolver cuatro de sus numerosas  galaxias y la dificultad añadida en un par de ellas de su baja magnitud, así como el estar situadas a escasa altura sobre el horizonte, vistas desde nuestra latitud.
Empecemos por:
NGC 1291 galaxia espiral barrada
A.R.: 3h 17m 51s Dec.: -41º 04’ 46”   Magnitud: 8.5   Tamaño: 11.00’ x 9.50’
Es conocida también con el nombre de La galaxia de la Rueda.

Esta galaxia de 12.000 millones de años de antigüedad fue descubierta por el astrónomo escocés James Dunlop en el año 1.826; se encuentra situada a 33 millones de años de luz de distancia y se localiza a 3,42º al este de la estrella doble Theta (y Eridani) Acamar de magnitud 3.20.
Su aspecto es ligeramente oblongo a través de un telescopio de tamaño medio, solo podremos ver un halo exterior débil, sin más detalle. Con telescopios de  aberturas más grandes, y si las condiciones de visibilidad son buenas es posible  resolver los dos grandes arcos débiles que le dan el aspecto de una rueda o círculo.
*NGC 1291 es la misma galaxia catalogada  como NGC 1269;  John Herschel en el año 1836 la anotó con este número sin percatarse de que ya estaba registrada anteriormente.

Nuestra segunda sugerencia es:
NGC 1300 galaxia espiral barrada
A.R.: 3h 20m 22s Dec.: -19º 21’ 50 Magnitud: 10.4 Tamaño: 5.50’ x 2.90’


NGC 1300 fue descubierta por John Herschel en el año 1835,  se localiza a 2.19º  al norte de la estrella Tau4 Eridani, de magnitud 3.7  y a una distancia de 70 millones de años luz.
Es una clásica galaxia espiral barrada con dos brazos, los cuales parten de los extremos de la barra y se mueven hacia fuera en un ángulo casi recto, su apariencia es como una gran S achatada.
Con telescopio de 10” y 200x podremos ver el brillante núcleo de forma oval que es dos veces más largo que ancho, y es posible resolver el comienzo de los dos brazos espirales que son muy densos junto al núcleo. Con aberturas mayores a 16” y si las condiciones del cielo lo permiten, es posible seguir la forma de los brazos espirales hasta sus zonas más delgadas. Es una galaxia que hay que “visitar” más de una vez para deleitarnos con su belleza.

Ahora nuestro tercer objetivo es:
NGC 1332 galaxia elíptica
A.R.: 3h 26m 58s Dec.: -21º 16’ 55”  Magnitud: 10.5 Tamaño: 5.00’ x 1.80’

Fue registrada el 9 de Diciembre de 1784 por William Herschel,  se localiza partiendo de la misma estrella de referencia de nuestra sugerencia anterior, Tau4 Eridani, nos moveremos 1.38 al este-noreste, y allí la encontraremos.
Galaxia espiral barrada con unos 110.000 años luz de diámetro que se encuentra a unos 61,3 millones de años luz de distancia.
Esta galaxia pertenece al Cúmulo de galaxias de Eridanus y se nos presenta como un objeto alargado con forma de cigarro,siendo tres veces más larga que ancha. A través de pequeños telescopios el brillo de su superficie permanece constante en toda su extensión. Con telescopios de mayor alcance se nos revela que su borde exterior es más débil que el resto, y que se desvanece rápidamente al alejarse del núcleo.

Y nuestra última sugerencia es:
NGC 1421 galaxia espiral
A.R.: 3h 43m 15s Dec.: -13º 26’ 01” Magnitud: 11.4  Tamaño: 3.10’ x 1.00’

Fue descubierta por William Herschel el 1 de Febrero de 1785 y se localiza a 1.38º al sur-suroeste de la estrella gigante roja de magnitud 4,4 Pi (p) Eridani , encontrándose  a una distancia de 86 millones de años luz.
A través de un pequeño telescopio, aparece como una aguja de luz;  con instrumentos con aberturas superiores a 12” se pueden resolver los delgados brazos espirales, pero la uniformidad del brillo en todo el objeto  no permite apreciar o ver destacado el núcleo, solo una neblina que rodea el centro.
El brazo sur se extiende el doble que el del norte, que parece terminar bruscamente.

Con el buen sabor de boca que nos deja la espectacular  y original imagen de NGC 1421 nos despedimos hasta el próximo mes que nos traerá “sabores navideños”, deseando a todos nuestros mejores deseos de los mejores cielos.

Texto: Paco Tello

jueves, 6 de noviembre de 2014

DIOSES, MITOS Y ETIMOLOGÍA LUNAR - LAS LUNAS DE PLUTÓN



Cerramos con este último capítulo la serie dedicada a la mitología de las lunas de los planetas de nuestro Sistema Solar, y objetos transneptunianos.

Hemos recorrido millones de kilómetros y miles de años de historia en los que se han entremezclado diversas culturas procedentes de muchos lugares de nuestro planeta.

Cada pueblo ha fraguado en su imaginación las historias que, a veces aderezadas con matices reales, perduraron en el tiempo hasta llegar a nuestros días en forma de narraciones fantásticas que hicieron posible el bautizo de aquellos descubrimientos que la ciencia iba realizando en su recorrido por nuestro sistema solar interior y exterior.

Os ofrecemos ahora nuevas historias asociadas a objetos llamados transneptunianos; Plutón, Haumea, Eris, Logos. Los cuales tienen algún satélite alrededor de ellos. Existen más pero no con lunas.

Disfrutad del viaje...


Texto: Alfredo García.